martes, 9 de abril de 2013

Educación alimentaria.





El pasado 1 de abril, leí un artículo en el periódico "El Día" que me llamó la atención. Se trata de un proyecto educativo denominado "Desayuno Escolar" que se desarrolla en el centro capitalino CEIP Las Delicias.


Este programa va dirigido para el alumnado en edades comprendidas entre 3 y 12 años. Tiene como finalidad ofrecerle a los niños la oportunidad de adquirir buenos hábitos de conducta ya que es habitual que se realicen comportamientos incorrectos a la hora de la comida; fomentar el interés entre el alumnado por adoptar hábitos y conductas saludables para su desarrollo; enseñarles el tipo de alimentos saludables para su desarrollo  y crecimiento, como puede ser: cereales, yogures, fruta, etc. Además, otra de la finalidad que merece tener en cuenta es que de esta manera, se garantiza que todo el alumnado desayune y sobre todo, saludablemente.

Considero necesario destacar que este proyecto se lleva a cabo en el aula, sitio en el que el alumnado se reúne para desayunar conjuntamente el menú establecido por el centro, el cual varía diariamente. Por tanto, no se admite que los menores lleven golosinas, chocolate, etc. Por último, tras haber realizado su desayuno, el alumnado tendrá que depositar los residuos en el contenedor correspondiente, fomentando y educándolos así en el reciclaje.

Desde mi punto de vista, considero que este tipo de programas son de gran importancia para los niños ya que cada vez es más frecuente que se alimenten de comida basura y, en muchos casos, los niños no tienen hábitos saludables en lo que a la alimentación se refiere, ya que cada vez se come menos fruta y demás alimentos sanos y se come más "comida basura". Además, es una manera de prevenir la obesidad infantil y demás enfermedades que se pueden evitar con una alimentación equilibrada y sana, para así ayudar el buen desarrollo y crecimiento del alumnado.

Una de las razones por las que apoyo este tipo de proyectos es porque en algunas prácticas que he realizado en diferentes centros de la isla, el profesorado me ha comentado que muchos de los niños no desayunan en sus casas, ya sea por falta de medios, tiempo, o cualquier otra causa. Está demostrado que las personas no tenemos las mismas energías ni funcionamos de la misma manera cuando desayunamos que cuando no, y menos cuando se trata de un período de edad entre los 3 y 12 años, encontrándonos en pleno desarrollo físico y mental. Por tanto, con este programa ese problema estaría solventado, puesto que al desayunar todos los niños juntos no surgiría el problema de que alguno/a se quedase sin desayunar.

También, quiero mencionar que es una buena manera de evitar desigualdades y situaciones incómodas no sólo por la existencia de un menú sino también por la prohibición de introducir al aula golosinas. Aunque esto pueda sonar poco coherente, pensemos: Si un niño lleva una chocolatina cuyo precio es "X", y otro lleva otra golosina de un precio considerablemente inferior o simplemente no lleva, es posible que entre los sujetos surja situaciones incómodas que pueden ser evitadas gracias a este programa. También lo interpreto como una manera de educar en la igualdad.